Las mujeres podrán obtener permiso de conducir en Arabia Saudita

La noticia no se trata de una confusión ni una conmemoración. Recién ahora, en pleno siglo XXI, las mujeres que viven en Arabia Saudita podrán conseguir su registro de conducir.

El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, ordenó este martes emitir permisos de conducir para las mujeres, que hasta ahora tenían prohibido ponerse al volante de un vehículo.

Igualmente, según informa la agencia oficial de noticias saudí SPA sin dar más más detalles sobre su aplicación, las mujeres deberán esperar que la orden real entre en vigor, recién en junio próximo.

Asimismo, el monarca estableció que un comité formado por los Ministerios de Interior, Hacienda, Trabajo y Desarrollo Social podrá presentar sus recomendaciones sobre el asunto en un plazo de treinta días, para terminar de homologar la ley de tráfico que ahora deberá incluir a las mujeres “con igualdad” respecto a los hombres.

La agencia explicó que la decisión fue tomada después de que la mayoría de los miembros de la Autoridad de los Ulemas del reino no se opusiera a que las mujeres conduzcan, dentro de “las garantías de la ’sharía’ (ley islámica) para evitar (los) problemas” que pudieran surgir.

Cómo hacían las mujeres durante todo este tiempo. Necesitaban contar con un conductor privado o un familiar varón que las ayudara en sus desplazamientos. Lo que llevo a que activistas por los derechos de las mujeres hicieran campañas desde hace años para revertir la prohibición, que ha llevado al arresto de decenas de mujeres saudíes que se han atrevido a ponerse al volante como forma de protesta.

En respuesta al anuncio, Manal al-Sharif, quien se convirtió en el rostro público de la campaña por este derecho para las mujeres, después de ser encarcelada por conducir, escribió: “Hoy es el último país en el mundo que permite a las mujeres conducir … lo hicimos”.

La monarquía de Arabia Saudita, una aliada estratégica de Estados Unidos en la región, es una verdadera dictadura que impone leyes reaccionarias contra su población. Para las mujeres en ese reino las estrictas leyes de tutela significan que los esposos o padres pueden impedir que sus esposas o hijas abandonen el hogar cuando ellas lo quieran, lo que es tan solo una muestra de la situación que viven las mujeres en ese país, defendido permanentemente por los gobiernos estadounidenses.