La fuerza de las jóvenes y las trabajadoras contra la violencia patriarcal

La fuerza de las jóvenes y las trabajadoras contra la violencia patriarcal

La campaña con el lema #SusViolenciasNuestraLucha que estamos impulsando en Madrid, Barcelona, Zaragoza y Galicia y otras ciudades, contiene cuatro ejes que fuimos elaborando durante tiempo en reuniones y charlas entre jóvenes, estudiantes y trabajadoras, y que en esta charla quisimos presentar para seguir profundizando mientras nos ponemos en acción.

Empezamos difundiendo nuestra campaña con fotos en las facultades, denunciando el machismo, el racismo y la islamofobia de género y la LGTBIfobia en las universidades e institutos.

También difundiendo caja de resistencia para la lucha contra la precariedad y despidos de Las Kellys, escribiendo artículos y haciendo entrevistas a las estudiantes, trabajadoras y jóvenes precarias.

¿Por qué y cómo impulsamos esta campaña?

En primer lugar, frente al actual contexto mundial en el que estamos viviendo nuevos aires de un movimiento de mujeres activo en las calles, como vimos el 8 de marzo. La inmensa mayoría de las mujeres están expresando a gritos su hartazgo con la violencia feminicida, con la precariedad laboral que la condena a una vida miserable, con la desigualdad irracional que las mantiene subordinadas en todos los ámbitos, con el miedo en el que cual han debido moldear su conciencia y su existencia.

A pesar de ello, aún se sigue afirmando que las mujeres “ya tenemos todos los derechos”. Pero la realidad es que frente a la crisis capitalista en curso, es cada vez más fuerte la contradicción entre la ampliación de derechos conquistada, y la materialidad de la vida cotidiana de la mayoría de las mujeres.

Las mujeres de Pan y Rosas creemos que esta “ampliación de derechos” o “igualdad ante la ley” no significa “igualdad ante la vida”. Nosotras nos organizamos por la igualdad ante la vida. Y es por ello que nuestra campaña contra las violencias, parte de la idea de que el feminicidios es el último eslabón de una larga cadena de violencias, tras las que se desenmascara que, bajo el capitalismo, las conquistas arrancadas están constantemente sometidas a ser recortadas. Y en esta larga cadena de violencias, nos propusimos destacar las siguientes:

Contra el acoso y la precariedad laboral: “Hay que prohibir las externalizaciones, la causa de nuestra precariedad ”, Miriam de Las Kellys

Fueron Las Kellys, la camareras que limpian los hoteles quienes abrieron la charla planteando su implacable lucha: “Esta es nuestra principal reivindicación, no regular ni limitar, sino prohibir las externalizaciones desde el Convenio de Hostelería, -que hoy se está negociando y que no se está tratado-, por lo que hay un vacío legal y los hoteleros hacen lo que quieren. Las externalizaciones en los hoteles y sobre todo en los departamentos de pisos siempre son cesión ilegal. Y agravan las condiciones laborales de las camareras de piso hacia una precariedad enorme, son trabajadoras pobres, que se enferman porque las externalizaciones dinamitan todo lo que está regulado: prevención de riesgos laborales, salarios bajos, aumenta la temporalidad. Y esto hay que frenarlo porque se está empezando a externalizar otros departamentos en los hoteles”, explicó Miriam de Las Kellys de Barcelona.

“Nuestra idea de fondo es que se deroguen las reformas laborales” , Isabel de Las Kellys

Isabel sentenció que, “Las Kellys hemos contactado a CCOO y UGT y al Ayuntamiento -que trabaja con ellos sobre las condiciones en Hostelería-, ya que están negociando el convenio, y queremos para convocarlos a una reunión para que nos informen qué se está negociando, qué propuestas van a defender en esa mesa y para que nuestra reivindicación de “prohibir” las externalizaciones se incorpore. Pero no hemos recibido ninguna respuesta. Además, venimos denunciando que en Barcelona, de más de 400 hoteles, hay 10 o menos que no están externalizados, y es la ciudad donde más se enferman las trabajadoras. Esto hay que frenarlo ya. Nuestra idea de fondo es que se deroguen las reformas laborales porque son las que han facilitado la externalización; y que se modifique el Estatuto de los Trabajadores y el Convenio de Hostelería como medida más inmediata”.

“La precariedad laboral que sufrimos las mujeres inmigrantes es extrema” , Paola, empleada doméstica

“Chachas, sirvientas, criadas, son sólo algunos de los apelativos despreciativos que se utilizan para quienes nos dedicamos a tareas de cuidado. También fregamos suelos, limpiamos cristales, planchamos ropa, y un sinfín de otras tareas para mantener el hogar impoluto. Sin embargo, ¿qué tenemos a cambio?: sueldos míseros, contratos laborales que se convierten en papel mojado, eso si somos tan privilegiadas como para obtener un contrato. Y tienen amparo legal para despedirnos cuando quieran No tenemos derechos tan básicos como seguro de desempleo, no tenemos ningún tipo de protección si nos despiden”, explicó Paola.

Algunas de sus reivindicaciones son que el Estado se haga cargo de las tareas de reproducción y no sigan a cargo de las mujeres en una doble jornada laboral gratuita. Exigimos papeles sin contrato, prestación por desempleo, jornada laborales dignas y eliminación del trabajo de interna. Y el cumplimiento de lo mínimo que regula la ley del 2012.

“Las inmigrantes nos vemos obligadas a ejercer trabajos tan esclavos como el de interna”, Patricia, trabajadora inmigrante

“Por esto seguimos siendo las inmigrantes las que sufrimos las peores condiciones laborales, porque te obligan a vivir en el mismo hogar que las personas que cuidamos o las que prestamos el servicio. Muchas veces pasamos por situaciones de abuso que suponen un verdadero infierno, como es el caso de abuso sexual, humillaciones constantes, maltratos, prejuicios, y vejaciones de carácter racista y clasista. Agresiones que son más difíciles de probar y combatir, porque nos enfrentamos al temor de los despidos, a no tener los papeles o a perderlos si es que los tenemos”, nos explicó Patricia.

Estuvieron presentes también jóvenes trabajadoras de Telepizza, quienes explicaron la campaña contra la precariedad que están impulsando con otros sectores de trabajadores, con el lema #ValemosMasQueEsto y que desde Pan y Rosas adherimos y apoyamos.

“Me despidieron por hacer huelga”, Luisi, ex-trabajadora de Panrico

Así cerró la charla Luisi, explicando las múltiples violencias que sufrió cómo mujer y como trabajadora. También estuvieron presentes las trabajadoras de Serveis Sociales, explicando las duras condiciones de precariedad, que produce enfermedades laborales no reconocidas como tales. Así como las estibadoras, trabajadoras del puerto, denunciando la invisibilización de las mujeres en este sector.

Contra el racismo y la islamofobia: “Nuestro verdadero problema no es la imposición del burka o el nikab: es el racismo, la persecución y la precariedad”, Soumaya, joven árabe y estudiante.

Esta es otra de las violencias contra las mujeres inmigrantes, que como mujeres anti-imperialistas e internacionalistas tenemos que combatir. Soumaya, joven árabe y estudiante de la UAB, explicaba cómo ella había vivido en carne propia la discriminación desde pequeña en la escuela e instituto, y nos decía: “El fomento de la islamofobia y el racismo coloca a la mujer árabe y/o musulmana como símbolo de “atraso y barbarie” del mundo árabe musulmán. Así se difunde una islamofobia de género y se justifican todo tipo de prohibiciones, persecuciones y discriminación a las mujeres árabes. Y lo digo como joven árabe mujer, que todo el tiempo me llegan esos tópicos que ’generalizan’ comportamientos de ’las otras’ desde una visión euro céntrica”.

Soumaya nos explicaba las reivindicaciones que se reflexionaron en Pan y Rosas, como la derogación de las leyes de extranjería, el cierre de los CIEs, y contra las prohibiciones, persecuciones y discriminaciones a las mujeres árabes y/o musulmanas. Ya que para ella, “Lejos de la sumisión pasiva, las mujeres árabes hemos sabido identificar nuestros verdaderos problemas que tenemos, que no es la imposición del burka o el nikab, sino las duras condiciones laborales, el total desamparo en derechos sociales y políticos, la violencia y acoso sexual, o que nos quiten el derecho a la sanidad pública como ocurre en el Estado español”.

Combatir la LGTBIfobia: “Proponemos crear comisiones de mujeres y LGTBI en los centros de trabajo y estudio”, Irene y Miriam

Irene, estudiante de Bioquímica habló de la discriminación y las agresiones a las personas LGTBI en el ámbito laboral, que consiste en “Rechazo en las entrevistas por no poseer una expresión de género heteronormativa, especialmente en el caso de la gente trans. Ocultar identidad u orientación por inseguridad. Acoso (humillaciones, críticas infundadas, aislamiento social, violencia verbal, violencia física). Falta de reconocimiento de derechos de personas LGBTI con uniones homosexuales o parejas de hecho. Ante ello, desde Pan y Rosas proponemos la creación de comisiones de mujeres y LGTBI en los centros de trabajo para combatir la LGTBIfobia, para impedir los despidos improcedentes y elaborar e implementar protocolos contra la LGBTIfobia”.

“La transexualidad está catalogada desde 1980 como un trastorno mental” , Anne, estudiante de 18 años de la UAB

Quien además nos explicaba que“En el Estado español, hasta 1979 no fue despenalizada la homosexualidad en este país. El “escándalo público” no desapareció de nuestra legislación hasta 1989, si bien desde 1983 ya no se penaba la homosexualidad. Y respecto a la patologización trans, la transexualidad está catalogada desde 1980 como un trastorno mental… Actualmente los manuales de enfermedades mentales la recogen bajo el nombre de “trastorno de la identidad sexual o disforia de género” o de “desórdenes de la identidad de género” respectivamente… El tratamiento de la transexualidad en el sistema sanitario público español, en vez de incluir a estas personas en la cobertura general de salud, tienen centros de referencia, creando así una desigualdad de acceso a los tratamientos a nivel territorial”.

“Las personas que salimos de esta heteronormatividad, y sobre todo las personas trans, estamos continuamente invisivilizadas y violentadas” , Miriam, estudiante de la UAB

“Las personas que salimos de esta heteronormatividad, y sobretodo las personas trans, estamos continuamente invisivilizadas y violentadas. El 43% de la juventud LGTBI ha tenido pensamientos suicidas por el acoso y la discriminación, esta cifra es tan elevada que se puede considerar sistemática. Por ello esta campaña es un llamamiento a todas las personas LGTBI a organizarse en sus centros de estudio, contra la LGTBIfobia, por una una educación sexo-afectiva no heteronormativa. Exigimos que se respete la identidad de las personas trans en los colegios, institutos y en las Universidades. Tenemos que acabar con la invisibilización de las personas LGTBI en los planes de estudio”, continuó.

Y para combatir la violencia machista en universidades e institutos: “La universidad no es una burbuja, forma parte de la sociedad y como tal es machista”, Ana, estudiante de Historia de la UB.

“Lo es tanto dentro como fuera de las aulas. Lo es fuera porque no es un espacio seguro para nosotras, ya que aquí también sufrimos agresiones… Y lo es dentro porque la academia tiene un discurso profundamente machista, que invisibiliza a las mujeres. Dicha invisibilización está apoyada, obviamente, por un plan de estudios machista y retrógrado, que a su vez también invisibiliza y excluye al colectivo LGTBI y que tiene un marcado discurso eurocéntrico. Un ejemplo muy concreto de cómo funciona este plan es el hecho de que en mi carrera, que tiene más o menos unas 40 asignaturas, pero existe sólo una asignatura llamada ’Género e Historia’. En su momento se luchó muchísimo por ella y significó un gran avance, pero no debemos quedarnos aquí, debemos seguir luchando. Además, estamos viendo cómo cada vez se están dando menos ayudas para las investigaciones con perspectiva de género”, sentenció Ana.

Miriam, estudiante de la UAB, denunciaba que, “En todo el Estado español las mujeres representamos en las aulas universitarias más del 54% y más del 57% de las tituladas. Pero en la cantidad de profesoras, solo representan el 40% y, cuánto más subimos en esta jerarquía, vemos que en las cátedras esta cifra cae hasta el 20%, donde cada 4 catedráticos solo hay una catedrática.

Marta Clar, estudiante de Antropología propuso reivindicaciones cómo: “Reconocimiento del papel de las mujeres en la historia, y todas las ramas del conocimiento. Por comisiones de igualdad verdaderamente democráticas e independientes de la casta académica patriarcal. Basta de precariedad laboral en la Universidad, que todos nuestros profesores y profesoras pasen a plantilla titular. ¡Basta de recortes en investigaciones de género!”.

Que el Pacto de Estado NO vacíe las calles. Por un movimiento independiente del Estado y sus instituciones

Nuestra lucha no es desde una posición victimista, esperando pasivamente algo del Estado y de los mismos gobiernos, funcionarios políticos, legisladores y jueces que niegan libertades y derechos elementales a las mujeres. Hoy los partidos de este régimen corrupto están debatiendo un Pacto contra la Violencia Machista, desde el PP, PSOE, Ciudadanos hasta Podemos. Nosotras creemos que ese pacto NO puede estar planteado para vaciar las calles

Pareciera que “ser feminista” hoy es “políticamente correcto” hasta para las mujeres en el poder. Vimos el foro de mujeres de los países integrantes del G20, en un panel llamado “Mujeres inspiradoras: ampliar el emprendedorismo de las mujeres”, a la canciller alemana Angela Merkel, la directora del FMI Christine Lagarde, Máxima Zorreguieta, reina de Holanda, y su invitad especial, Ivanka Trump. Y hoy, las mujeres que desde el Congreso español están llevando adelante el Pacto de Estado, pertenecen a los mismos partidos que han recortado presupuestos para acabar con la violencia de género como el PSOE y el PP. Estas mujeres han sido siempre representantes de la clase que aplicó recortes en sanidad, que aplicó leyes de extranjería racistas, las reformas laborales que hoy nos someten a una precariedad laboral.

Así como también Merkel o Lagarde, quienes aplicaron los planes de austeridad y políticas y guerras imperiales en Medio Oriente, cerraron las fronteras ante la crisis migratoria. No nos creemos que las mujeres del PP, del PSOE, de Ciudadanos realmente representen nuestra lucha por la igualdad derechos y contra la opresión de género. Porque son las representantes de una clase minoritaria que vive del trabajo de millones y solo habla de la opresión de la mitad de la humanidad cuando es rentable hacerlo, y su “agenda feminista” alejada de sus vidas.

Como decía Marta Clar,“Que las calles deben ser nuestras, que toda conquista arrancada será por nuestra propia movilización independiente del Estado y las instituciones. Lo haremos organizadas para luchar, en las calles, exigiendo, no pidiendo nada a cambio. Organizadas en los centros de estudio y de trabajo, en comisiones de mujeres independientes, creando alianzas con todos los colectivos y organizaciones sindicales combativas que tomen la lucha de la emancipación de las mujeres como sus banderas”.

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”

Hoy, como lo vimos después del Paro Internacional de Mujeres el 8 de marzo, empieza a surgir un gran movimiento de mujeres en las calles que actúa como canal de expresión no sólo de las mujeres, sino también de la juventud y sectores de la clase trabajadora hartos de ajustes y recortes. Es por ello que apostamos por un movimiento amplio de mujeres y feminista combativo, que retome la lucha antipatriarcal y anticapitalista. Nuestra lucha por conquistar nuestros derechos tiene como horizonte la lucha por la emancipación de la mayoría de las mujeres: las trabajadoras, las inmigrantes, las jóvenes sin futuro.

Porque no queremos ser las víctimas sumisas que el patriarcado quiere que seamos, nos proponemos romper las cadenas de un orden social que pesa sobre millones de seres humanos en todo el planeta. Nuestras convicciones no nacen de un odio personal, individual. Es el odio social que, como una chispa, encendió la lucha de clases a lo largo de la historia.

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres. Para lo que necesitamos reconstruir alianzas con todos los sectores oprimidos y explotados, con el conjunto de la clase trabajadora, para llevar adelante en común la tarea de acabar con toda opresión y explotación”.

Citando a Rosa Luxemburgo cerró Marta Clar la charla de presentación, anunciando la gran noticia de que desde Pan y Rosas estamos estamos buscando apoyo para publicar “La Rosa Roja”, una biografía gráfica de Rosa Luxemburg, por primera vez en castellano.

Esto es Pan y Rosas, esa unión de mujeres, estudiantes y jóvenes sin miedo que se nutren de la moral de lucha de las trabajadoras como Las Kellys o las trabajadoras inmigrantes que sufren la triple opresión. Os invitamos a ser parte de Pan y Rosas e impulsar la campaña #SusViolenciasNuestraLucha.

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Cynthia Lub

Historiadora y trabajadora precaria, Barcelona.

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