Aumentan las Enfermedades de Transmisión Sexual en la juventud

Aumentan las Enfermedades de Transmisión Sexual en la juventud

Cuando juntas prácticas sexuales de riesgo y una nefasta educación sexual el resultado obvio es el aumento de ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) así como de los embarazos no deseados.

Algunas de estas prácticas, como “el muelle”, se han extendido entre la juventud de varios países y suponen un alto riesgo de contagio de ETS. Se puede “jugar” de diversas maneras, pero la lógica siempre es la misma: sexo sin protección entre varias personas y el joven que eyacule primero pierde.

Pero las críticas a “el muelle” como práctica sexual también está cargadas de argumentos xenófobos puesto que siempre se señala por activa y por pasiva que proviene de países latinos, y que la inmigración de estos países es la que ha introducido esta práctica en el Estado español.

Los centros médicos y el personal sanitario advierten del aumento de casos de ETS, incluso de aquellas que llevaban años en un porcentaje relativamente bajo. En 2013 hubo 3.723 casos de sífilis en el Estado español, según el último Informe de Enfermedades de Declaración Obligatoria, suponiendo un significativo incremento desde 2007. Fernando Vázquez, doctor y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica aseguró que el aumento de la sífilis es significativo puesto que era una enfermedad que casi había desparecido.

Vázquez asegura que en las décadas de 1980 y 1990 hubo menos contagios de sífilis y de ETS en general debido al miedo que había al contagio del VIH. Tendencia que cambió a partir del 2000, con mayor incidencia entre hombres homosexuales y jóvenes de entre 15 y 25 años.

Lejos de las críticas moralistas hacia la sexualidad y las diversas prácticas sexuales, la crítica va hacia la falta de una educación sexo afectiva real, sin tabúes y que no se limite a enseñar a poner un preservativo o al sexo heterosexual con penetración vaginal. Cientos de jóvenes no saben que por practicar sexo oral sin protección pueden contagiarse de alguna ETS, y al colectivo LGTBI no se le explican las opciones que tienen para protegerse.

En el caso concreto de “el muelle” el uso del tradicional preservativo únicamente protegería a los hombres de las ETS, puesto que si son varias las chicas que lo realizan con un mismo preservativo es como si practicasen sexo entre ellas sin protección. Este tipo de cosas, aunque parezcan de los más obvio, muchos adolescentes no las tienen en cuenta bien por falta de conocimiento o bien por tener un conocimiento erróneo extraído de Internet y de leyendas urbanas sobre el sexo. Por eso la pregunta no es cómo evitar estas prácticas sino cómo evitar que las ETS aumenten entre la juventud. Los y las adolescentes buscarán la información que necesiten, y si no la encuentran en el ámbito familiar y en la educación sexo-afectiva la extraerán de cualquier sitio con el peligro que ello conlleva.

Veronica Landa

Historiadora y educadora sexual, Barcelona.

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