A un año de la “Marcha Negra” las mujeres mineras vuelven a las calles

A un año de la “Marcha Negra” las mujeres mineras vuelven a las calles

Una lucha con más de un siglo

1992. En el marco de una huelga minera, 500 mineros a pie se acercaron a Madrid durante aquel verano. Llegan desde Laciana (León) para reivindicar sus derechos básicos tras días de movilizaciones, encierros en los pozos y enfrentamientos con los antidisturbios. Emprenden la marcha como una nueva forma de lucha, con el objetivo de visibilizar su conflicto para que no pueda ser omitido. En su camino desde las cuencas mineras, pasan por decenas de pueblos que les brindan su solidaridad. En Madrid, más de lo mismo. A su llegada, miles de personas entre aplausos se les unen y les acompañan hasta el Ministerio de Industria entre gritos como “¡Aquí están, éstos son, los que pican el carbón!”, “Madrid entero está con los mineros” o “Aranzadi dimisión”. Acogida muy distinta la que les brindó el gobierno socialista de Felipe González, concretamente la del ministro de Industria y Energía Claudio Arazandi que decidió no recibir a los representantes de los trabajadores.
La lucha de 1992 volvió a nuestras mentes cuando en 2012 los mineros del carbón de Asturias, León y Aragón iniciaron una Marcha Negra a pie dirección Madrid. En un país tan desmemoriado como este, es necesario recordar estos ejemplos de lucha para así tener presente que cuando la lucha de la clase trabajadora vuelve a escena no lo hace partiendo de cero. Son múltiples los casos en los que se han dado importantes batallas al capitalismo decadente que cada vez más, aumenta la violenta explotación hacia las trabajadoras y trabajadores.
Este año, la lucha minera volvió a las calles de Madrid. Esta vez la iniciativa partía de las Mujeres del Carbón, una asociación creada poco después de la anterior marcha formada por mujeres que no se conocían de nada y que en poco tiempo comenzaron a montar asambleas y a organizarse para crear un calendario de protestas. Vuelven por dos motivos: el primero, para conmemorar simbólicamente el primer aniversario de la Marcha Negra de 2012; el segundo, para que nadie olvide que el problema de la minería es muy real.
Un centenar de mujeres familiares de mineros llegaban en la mañana del 13 de julio a la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid, desde donde han comenzado una marcha de 15 km hasta Vallecas, donde después de comer y descansar junto a miembros del 15-M, Stop Desahucios y asociaciones vecinales, han leído un manifiesto en el que convocaban “al pueblo y a la clase obrera a unirse a ellas en un largo camino por la defensa de sus derechos más básicos”. Horas después, a las 18:00 comenzaba la manifestación que las llevaría desde Puente de Vallecas hasta la Puerta del Sol.
Marchan con paso firme desde Asturias, León y Aragón porque quieren terminar con la situación de total incertidumbre que viven. Denuncian que su situación no ha cambiado desde el año pasado por la falta de compromiso tanto del gobierno central como de los autonómicos. Le preguntamos a Ángela, de Asturias, cuál es el principal motivo para volver a Madrid “Aparte de para conmemorar la llegada de los mineros, el principal es que la situación sigue no igual, sino peor. Ahora mismo hay gente que lleva ocho meses sin cobrar; la situación de muchas familias es muy complicada. Muchos trabajadores de la comarca no han salido de allí en su vida y no tienen estudios, si cierran las minas ¿dónde van a ir con 40 o 50 años para ganarse la vida?”
En cuanto al apoyo popular que reciben los mineros, Eva, también de Asturias, nos comenta “La implicación de la comunidad ha aumentado por la agudeza de la crisis. Antes, por la propaganda de que los mineros eran lo peor, había gente que nos daba la espalda. En esta marcha el apoyo social ha aumentado, han venido más familias con sus hijos y hay más apoyo de otros movimientos sociales” “Hay gente que ha aportado hasta comida, porque hay familias que lo están pasando tan mal que no tienen ni para eso” añade Ángela.
Cuándo le preguntamos a Eva, estudiante, cómo afecta a los jóvenes el conflicto nos responde que ella fue de las “privilegiadas” a la hora de estudiar., “pero ya no hay becas y los que vienen detrás de mí no van a tener ese derecho”

La importancia de las Mujeres del Carbón

La mujer ha jugado un papel fundamental dentro de las protestas mineras. En las huelgas de 1962 buscaron la solidaridad de la comunidad y salieron a defender sus derechos plantando cara a los esquiroles y a los cuerpos represores.
Hoy, la nueva generación organizada en las Mujeres del Carbón se apoya en esa experiencia para volver a establecer redes de solidaridad, difundir el conflicto y organizar acciones de protesta sin miedo a la represión que siguen sufriendo o a los enfrentamientos con la policía.
Pero estas mujeres no solo dan lucha para evitar el desmantelamiento de la minería y con ello el fin de los puestos de trabajo de sus familiares: muchas de ellas tuvieron que luchar durante años para conseguir acceder al mismo trabajo que los hombres, sorteando los innumerables obstáculos que las empresas les ponían en el camino para evitar su incorporación a las minas. “No somos pocas las que recurrimos a los tribunales para poder entrar ” comenta Laura y añade, “Cuando nos preguntan que qué trabajo hacemos en la mina respondemos que ¡somos mineras! y que hacemos el mismo trabajo que un minero y que da igual el sexo, porque allí abajo el riesgo es el mismo para hombres y para mujeres”.
Son conocidas las condiciones de riesgo y precariedad dentro de las minas, pero quizá menos conocida sea la campaña mediática de omisión del conflicto de la minería. Por eso, estas mujeres tienen también por objetivo acabar con ella, que no es más que otra estrategia para quitar fuerza a las luchas obreras. Ya desde el año pasado, criticaban la censura informativa de algunos medios de comunicación, el haberles tachado de terroristas o el seguir fomentando el mito del “minero rico” y con altas prejubilaciones.
También denunciaban la represión que sufren por parte de la Guardia Civil y otros cuerpos de policía que les toman las matrículas de los coches para pararles cuando les vean o que entran en sus casas en busca de los mineros.

El futuro de la minería

“El futuro…lo veo negro, además con un ministro tan incompetente como Soria, y como todos los de este gobierno…no podemos esperar nada” Pero en algo coinciden todas las participantes de la marcha, como muy bien expresan Ángela y Eva: “Queremos que sepan que no nos vamos a quedar calladas y que vamos a luchas por encima de todo” “Si la situación continúa así, volveremos las veces que haga falta”
Los que marchan hoy son los hijos e hijas o los nietos y nietas de los mineros que lucharon en décadas pasadas y que hoy toman el relevo en la defensa de la dignidad de su trabajo. Esto nos demuestra que hoy en día hay motivos por los que luchar, por los que defender a la clase trabajadora. No son tan diferentes ni la represión ni la injusticia que sufrieron los hombres y mujeres bajo la dictadura franquista, por lo que si ellxs fueron capaces de plantar cara a un sistema opresor para defender su libertad, ¿qué nos impide plantar cara ahora? La lucha de los mineros y de las Mujeres del Carbón es todo un ejemplo de valentía y perseverancia del que deberíamos aprender.
Contra todas las dificultades que se les presenten en el camino, no hay que dudar que la minería seguirá en pie de guerra ante los ataques que reciba, y luchará por seguir viva. Pero esta lucha no solo recae en los mineros y mineras, ni en sus familias, sino que implica a la comarca entera porque se juega su existencia.

Veronica Landa

Historiadora y educadora sexual, Barcelona.

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