Todas a las calles contra la violencia machista: ¡Ni una menos, vivas nos queremos!
Al brutal crimen de las niñas de Tenerife, se suma esta misma semana el feminicidio de una joven de 17 años en Sevilla y el asesinato por su pareja de una mujer en Ibiza. Desde que comenzó el año, según los números oficiales, 19 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, un aumento de la violencia machista desde que terminó el Estado de alarma. En realidad, la cifra es aún mayor.
Y todavía más indignante, en el mismo momento que se conocen estos aberrantes asesinatos, Juana Rivas ingresa en prisión, por haber intentado proteger a sus hijos de un padre maltratador. Mientras la violencia de género no cesa, e incluso se ha agravado en las condiciones de la pandemia y los confinamientos, la justicia patriarcal condena a Rivas. ¡Qué rabia! Por este motivo, el movimiento de mujeres convoca manifestaciones en decenas de ciudades del Estado español.
Desde Pan y Rosas estaremos presentes para decir: ¡si tocan a una, nos movilizamos miles! Ya es hora de que el movimiento de mujeres vuelva a retomar las calles y exigir un plan integral contra la violencia de género. Algo que, cuando ya ha pasado más de un año y medio de gobierno “progresista”, todavía no se ha implementado.
A su vez, desde muchos sectores del movimiento feminista ya se está señalando que, para enfrentar la violencia de género y esta nueva ola de feminicidios, no es ninguna salida el aumento del punitivismo, como pretende Rocío Monasterio de VOX y otros sectores de la derecha. Estos sectores reaccionarios solo quieren instrumentalizar el dolor de los familiares de las víctimas para avanzar en modificaciones punitivas en el código penal. Y ya sabemos que aumentar las penas de cárcel (que se llenan de personas pobres y migrantes) no resuelve la violencia de género, que tiene causas estructurales en este sistema capitalista patriarcal.
Pero tampoco son ninguna solución las “declaraciones institucionales” a las que nos tienen acostumbradas los gobiernos y ayuntamientos de todo signo político cada vez que hay que lamentar un nuevo feminicidio. Solo hacen declaraciones y actos cuando los asesinatos ya se han producido.
Un plan integral contra la violencia de género tiene que incluir un programa de educación sexo-afectiva y de género en todos los niveles educativos. A su vez, necesitamos planes de asistencia para mujeres que denuncian violencia de género y que se garantice que serán atendidas sin necesidad de hacer la denuncia penal (como obliga la actual ley), casas refugio y un plan de viviendas accesibles para mujeres en situación de violencia de género, así como la asistencia inmediata y sin condiciones por parte de especialistas. Y para prevenir la violencia de género hacia las mujeres migrantes sin papeles, es necesaria la regularización inmediata de todas ellas, porque muchas no se animan a denunciar por el miedo a ser deportadas.
Nada de eso ha sido llevado adelante por el “ministerio feminista” de Irene Montero en el gobierno del PSOE-Podemos. Por eso es necesario que desarrollemos una masiva movilización y autoorganización del movimiento de mujeres, formando comisiones en cada lugar de estudio, de trabajo y en cada barrio.
¡Justicia para todas las víctimas de la violencia de género! ¡Ni una menos, vivas nos queremos! ¡Basta ya de justicia patriarcal! ¡Libertad inmediata para Juana Rivas! ¡Si tocan a una, nos movilizamos miles!