Estado español: el desempleo y la precariedad femenina no paran de crecer

Estado español: el desempleo y la precariedad femenina no paran de crecer

En el Estado español, la desigualdad de género en el ámbito laboral es un tema recurrente. Con cierta frecuencia se publican nuevas cifras que vienen a confirmar una tendencia ya conocida: las mujeres se incorporan menos al mercado de trabajo y cuando lo hacen es en peores condiciones.

La última Encuesta de Población Activa (EPA) sitúa el paro femenino en un 21’82%, es decir, 3’5 puntos por encima del masculino. Un incremento de la desigualdad entre hombres y mujeres que contradice desde la raíz las declaraciones que hizo María de los Reyes Zatarain, directora general del Servicio Público de Empleo estatal de España, en el foro “Equidad de género para el desarrollo y la paz” celebrado la semana pasada en Bogotá; “Ahora mismo todo el empleo femenino destruido en esos años (de crisis) lo hemos recuperado”. Supuestamente, “gracias a las reformas impulsadas por el Gobierno”.

Sin embargo, lo que ocurre en realidad es más bien lo contrario, en el Estado español existen 105.400 mujeres más en paro que 2011. En los últimos cuatro años, la cifra de mujeres ocupadas ha descendido en un millón y medio, mientras que en la actualidad la tasa de empleo femenino alcanza la dramática cifra del 42,15%.

Esto significa, que casi la mitad de la población femenina registrada (es decir, sin contabilizar a las mujeres inmigrantes sin papeles) no trabaja o no está en condiciones de acceder a un empleo “regulado”. Detrás de esto, no hay más que políticas contra el empleo, que presentadas en forma de externalizaciones, flexibilización y mayor temporalidad , empujan a una buena parte de la clase trabajadora al desempleo, la precariedad y la economía sumergida.

A día de hoy el Estado español es el segundo país de la Unión Europea con mayor índice de paro femenino, por encima tan solo está Grecia. Mientras tanto, duplica holgadamente la media europea. A la vez que se mantiene la brecha salarial con respecto a los hombres.

La UGT, en su informe “Mujeres ante la crisis económica. Impactos y oportunidades”, publicado el pasado 8 de Marzo, alertaba de que uno de cada dos trabajadores en paro era una mujer sin prestación alguna. El hecho de que el sector servicios, altamente feminizado, cuente con el número más elevado de personas en paro, es un dato relevante.

Detrás de los discursos del Partido Popular, hablando de una supuesta recuperación de empleo y crecimiento económico, encontramos un continuo deterioro del empleo femenino y una extensión cada vez mayor de la precariedad laboral que afecta al conjunto de la clase obrera, llevándose las mujeres, una vez más, la peor parte.

Marta Clar

Estudiante de antropología en la Universitat de Barcelona.

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  1. abril 05, 19:33 ¿Qué pasa con los menores víctimas de violencia machista?

    […] las mujeres, y que se multiplican en el caso de ser mujeres trabajadoras, jóvenes, inmigrantes. La precariedad laboral –histórica para las mujeres y la juventud- o la discriminación en el trabajo, son formas de […]

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