Samantha Hudson: “La lucha de clases tiene que ser inclusiva con el resto de cuestiones sociales”

Samantha Hudson: “La lucha de clases tiene que ser inclusiva con el resto de cuestiones sociales”

Samantha, en el photocall de los Premios Feroz posaste con un top con la inscripción ACAB, shorts y medias de rejilla. ¿Por qué All Cats Are Beautiful y por qué medias de rejilla?

Quería algo que fuera 100% mi esencia. Cuando me confirmaron para participar en la gala haciendo un monólogo, estuve pensando varias opciones para la alfombra roja. Al final opté por un vestuario de tres duros que acompasara mi actitud obscena. Lo de All Cats Are Beautiful es un guiño a la situación actual y una forma de dejar clara mi postura.

Aunque no me conservo tan bien como tú, también estaba en el instituto cuando sacaste “Soy Maricón” y me voló la peluca. ¿Cómo empezó y cómo ha sido este viaje?

Jamás en mi vida me habría imaginado que iba a conseguir todo lo que estoy consiguiendo gracias a aquel vídeo para clase. He pasado por muchos momentos desde que “salté a la fama” en 2015, y hasta hace bien poco se podría decir que he estado bastante escondida. Creo que ahora mismo estoy en un momento buenísimo y espero saber aprovecharlo. De cualquier forma, yo siempre me he sentido una superestrella y pase lo que pase, voy a seguir siendo yo misma.

A pesar de ser excomulgada sin tener que pagar, has seguido siendo una beata tradicional hasta tu nuevo videoclip, “Dulce y bautizada”. ¿Cómo te va con este single en tu congregación?

Pues mejor de lo que creía. La canción es una oda a la castidad y el celibato, una carta de disculpa a Jesucristo por haberme descarriado del rebaño. Todos mis temas hablan del momento en el que me encuentro y viendo como está el patio y teniendo en cuenta la vorágine de hipersexualización en la que estamos envueltas, mi estado actual es el de monja de clausura.

La verdad es que tiene ya muy buenas cifras en Spotify y lleva un buen ritmo de visualizaciones en Youtube. El resultado ha superado mis expectativas, gracias al trabajo de Fran Granada (el director) y de todo el equipo. En cuanto a la producción musical, colaborar con Putochinomaricón ha sido darle a los gays lo que querían. Bajo mi punto de vista, es de mis mejores temas hasta la fecha.

Veo que te han dejado salir del convento para ir al Teatro Lara con tu show Eutanasia Deluxe y se han agotado las entradas. ¿Cómo vas a destruir al público, qué podemos encontrarnos?

No me esperaba que Eutanasia Deluxe tuviera tan buena acogida. Las entradas se agotaron en 24 horas y ahora, para la segunda fecha el día 7 de abril, también llevamos unas cuantas vendidas. El espectáculo va a ser un remake de mi show habitual pero elevado a la enésima potencia.

Un concierto esperpéntico con todas mis canciones y algunas sorpresas, con atrezzo, luces y un vestuario divino, a conjunto con esa insultante puesta en escena que tanto me caracteriza. Va a ser como una gira de Madonna venida a menos, una performance de ultratumba.

A partir de aquí te voy a hacer una entrevista un poco diferente. No todo se puede decir en 280 caracteres, así que te vamos a pedir que nos cuentes que querías decir con estos tweets y declaraciones. Empezamos con “Era un planazo”, cuando “Samatha Hudson pidió reunir firmas para que, tras la exhumación de Franco, le llevaran los restos a su casa”. Efectivamente, era un planazo, pero la pregunta es, ¿para colgar vestidos o para hacer croquetas?

Yo quería el cadáver de Franco para hacerme una mesita de café. Reemplazaría la tapa del ataúd por un panel de cristal y me haría un mueble divino para merendar con todas mis amigas.

“Mucho comunismo y mucha izquierda y luego tenéis una misoginia interiorizada que tela marinera. Se puede ser mamarracha y coqueta y entender de lucha de clases al mismo tiempo, ¡no sé si lo sabíais! Que parece que si no vas de Quechua eres burguesa”

Es sorprendente la cantidad de misoginia y lgbtfobia que hay en algunas organizaciones de izquierdas. Es un error creer que los sectores más progresistas suponen un espacio seguro para las mujeres y la gente del colectivo. Aún existen muchísimos prejuicios, sobre todo con las personas que tienen una expresión de género femenina o que llevan una estética estridente y llamativa.

Ser queer pone en riesgo el orden establecido, porque evidencia que aquello que la sociedad nos presenta como natural y orgánico, son en realidad constructos sociales para mantenernos atadas.

Parece que para ser marxista o participar en una asamblea, tienes que ser la efigie de un tío rancio y austero. Sólo validan tu discurso, si tienes un aspecto que encaja en la norma. La gente queer también podemos ser de clase obrera. De hecho, las experiencias de una persona queer proletaria, son muy distintas a las de un hombre cis heterosexual blanco y proletario.

Ya es hora de que entendamos que el capitalismo no sólo condiciona nuestra economía, también determina nuestras dinámicas sociales. “La clase” no es solo ser pobre o ser rica, también es la raza o el género. Nuestro sistema dictamina como debemos ser y cuál es la forma apropiada de comportarnos.

Ser queer pone en riesgo el orden establecido, porque evidencia que aquello que la sociedad nos presenta como natural y orgánico, son en realidad constructos sociales para mantenernos atadas. El sistema lo engloba todo y la revolución debe ser interseccional y contemplar todas las realidades.

“Ya hay que ser necia para pensar que el discurso TERF no es políticamente correcto. Ser tránsfoba en un sistema tránsfobo es de hecho, lo más políticamente correcto que puedes hacer. E igual con los argumentos racistas, machistas y lgbtfóbicos”

Estoy harta de ver a gente tránsfoba soltando auténticas barbaridades y diciendo que son políticamente incorrectos. Promover un discurso de odio que atenta contra los derechos básicos de colectivos oprimidos y vulnerables, no es algo revolucionario.

Hacer comentarios racistas u homófobos, no es ir en contra de lo que la sociedad dictamina. Ser un retrógrado de tomo y lomo no es ser disidente. Si abogas por una ideología reaccionaria que intenta coartar nuestras libertades, estás haciendo precisamente lo que el sistema quiere que hagas. Ser misógino en una sociedad misógina, es nadar a favor de la corriente.

“Los machirulos de Frente Obrero diciendo que la gente queer somos una distracción creada por el capitalismo… Como si encarnar un estereotipo rancio de hombre cis no fuera hacer precisamente lo que el sistema espera que hagas. No sois revolucionarios, sois reaccionarios”

Es gracioso como la gente queer somos tachadas de nocivas y dañinas para la sociedad, siempre situadas en el punto de mira y contempladas como una herramienta más del sistema, distrayendo al proletariado de la verdadera lucha que importa: la lucha de clases.

Los maricones somos la efigie del capitalismo, la representación de la posmodernidad y un instrumento del diablo… Ahora, ser un hombre hiper-masculino y transmisógino, eso es la pera limonera. ¡Pues no, cariño! Todas las personas estamos atravesadas por nuestro sistema socio-económico y nuestra forma de socializar, es siempre consecuencia del contexto y las circunstancias.

El marxismo queer se refiere a una perspectiva marxista que incluye la disidencia de género y la diversidad sexual en sus análisis de las relaciones sociales.

El problema de todos estos partidos y organizaciones, es que se piensan que las personas queer elegimos ser así, que performamos nuestro carácter y que nos gusta ser la diana de incontables abusos y agresiones físicas y verbales. La realidad de lo queer no es sujeto de debate. ¡Existimos y punto!

“Si el marxismo contemplara lo queer, no haría falta que existiera el marxismo queer. Vuestro modelo de sociedad nos excluye. El nuestro aboga por la diversidad”

Esto en realidad es una frase sacada de un libro de Holly Lewis llamado “La política de todes”. Cuando puse este tweet recibí muchos comentarios tildándome de estúpida e ignorante. Yo creo que no entendieron nada. El marxismo queer se refiere a una perspectiva marxista que incluye la disidencia de género y la diversidad sexual en sus análisis de las relaciones sociales.

Así como el feminismo negro existe en la medida que el feminismo no contempla la realidad de las personas racializadas como una preocupación lógica. La lucha de clases tiene que ser inclusiva con el resto de cuestiones sociales. Si tu discurso coincide con ideologías fascistas, puede que no seas tan de izquierdas como creías.

“Las dinámicas de consumo capitalistas han trascendido hasta nuestra vida privada, provocando que nos convirtamos en nuestro propio producto, obligándonos a abordar nuestras relaciones sexoafectivas como si fueran un mercado”

Nuestra forma de relacionarnos está atravesada por nuestro sistema y nuestro marco cultural. Por eso, en una sociedad de hiper-consumo, la reproducción social de las personas imita o emula las dinámicas del mercado, convirtiendo nuestras relaciones personales en mercancía y objetificando nuestros cuerpos. El capitalismo no solo interfiere en la economía, también en la manera en que nos relacionamos. Lo personal es político.

Hoy en día, existe una necesidad de aprobación que nos coacciona a mostrarnos sexuales y exhibir nuestros cuerpos para sentirnos válidos. Estamos obsesionados con ser correspondidas y acumular el mayor número de conquistas. Nuestra vida sexoafectiva no está motivada por un interés genuino, sino por una necesidad de consumir y ser consumidos.

Por último, no me puedo despedir sin resolver una duda… Samantha, ¿por qué ese rechazo a la falda pantalón?

En realidad no me molesta demasiado. Es solo que tengo que odiar algo.

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