Pen Pi Lan: la oposición de izquierda china

Pen Pi Lan: la oposición de izquierda china

A inicios del siglo XX, China es un imperio propiedad de la dinastía Qing que gobierna en alianza con los grandes terratenientes feudales y una pequeña burguesía nacional. Las clases dirigentes mantienen en condiciones de semiesclavitud al campesinado, mayoritariamente pobre, los jornaleros sin tierra y el creciente proletariado urbano. Las mujeres de todas las clases sociales están extremadamente oprimidas por unas tradiciones feudales patriarcales fundantes de una estructura social desigual. La mujer esta sometida de por vida al padre, después al marido y finalmente al hijo; los matrimonios (acuerdos patrimoniales entre familias sin la opinión de los cónyuges) constituyen la base de la reproducción de la estirpe. Ante esta realidad, luchar por la liberación de la mujer implica emprender un enfrentamiento contra toda la herencia feudal y, por ello, desde el inicio de las sublevaciones de finales del siglo XIX, las mujeres están a la cabeza de las rebeliones contra el imperio.ii

En 1912, tras la abdicación del emperador, el Estado moderno chino nace fracturado entre un débil gobierno nacionalista en las zonas costeras del sur y los “señores de la guerra” (jefes militares) que controlan el norte. Esta división política y territorial es también producto de la injerencia del imperialismo francés, inglés, japonés y en menor medida estadounidense (los cuales se disputan el dominio de China durante la Primera Guerra Mundial). Por su parte, la oligarquía financiera y la burguesía nacional deciden otorgar la soberanía nacional al capital extranjero antes que verse superados por las masas populares. Las tropas imperialistas mantendrán la libertad de movimiento y el control de los puertos y los ferrocarriles, a fin de resguardar las propiedades de sus empresas. Es bajo este contexto de revolución burguesa fallida (con cuestiones fundamentales irresultas como la reforma agraria, la independencia nacional y la conquista de derechos democráticos fundamentales para las mujeres) que, al calor de los alzamientos populares, se forja el feminismo militante en China. En palabras de Pen Pi Lan: “El movimiento de liberación femenino chino surgió como una lucha de emancipación de las tradiciones feudales y como parte de la revolución nacional. Muchas mujeres se hicieron revolucionarias y se convirtieron en líderes como resultado de sus experiencias de lucha.”iii

Pen Pi Lan: los primeros años de una joven marxista (Segunda Revolución China)

En 1921, Pen Pi Lan (Hupei, 1902) es una joven de diecinueve años que estudia en un internado de Wuhan. Un día asiste a una conferencia de Lee Han-chieniv, en la cual Pen se convence de la necesidad de vincular la lucha por la liberación de la mujer con la lucha contra el sistema capitalista, a fin de construir una sociedad bajo unas bases materiales que permitan la plena emancipación de la mujer. Junto a algunas compañeras, Pen decide organizarse con las mujeres, los estudiantes y las trabajadoras para luchar activamente contra el capitalismo.

Organizan una asociación de estudiantes en su escuela y un club de discusión sobre temas en torno al matrimonio, las relaciones libres y la educación mixta; y emprenden una lucha contra el conservador director del colegio hasta lograr su victoria al cabo de un año.v Fuera de la misma, forman la Sociedad de Mujeres Lectoras, que encuentra muchas simpatizantes. En 1922, apoyan las huelgas obreras en Hankow dando discursos a los huelguistas para llevarles su solidaridad y organizando la mayor manifestación por el 1º de mayo había en China. Tras estas experiencias, en 1923 ingresan a la rama juvenil del Partido Comunista de China (PCCh), la Juventud Socialista, y gracias a la gran influencia que les otorgó su rol activo en las huelgas obreras sobre otras escuelas van sumando nuevas fuerzas al partido. Finalmente, en 1924, Pen es enviada a la Universidad Comunista de los Trabajadores del Oriente en Moscú para formarse como un cuadro revolucionario de la Internacional Comunista, hasta que con el inicio de la revolución China (1925) el PCCh pide que, junto a siete estudiantes más, regrese a Shangai para dirigir la lucha del proletariado chino.

Ante la debacle nacional, el gobernador Sun Yat-sen, líder fundador del Kuomintang (Partido Nacionalista Chino: KMT), busca la alianza con la Unión Soviética contra los señores de la guerra del norte. La URSS apoya a la vez a los nacionalistas del KMT y al recién fundado PCCh, formando lo que se conoce popularmente como “Frente Unido” (1921-1926). En 1923, agentes de la Komintern como Mijaíl Borodin llegarán a China animando a los miembros del PCCh a cooperar con el KMT. Stalin y Bujarin, líderes del Vº Congreso de la Internacional Comunista (1924), utilizarán la consigna de Lenin de “dictadura democrática de obreros y campesinos” (que para Lenin implicaba una alianza obrero-campesina contra la burguesía liberal)vi para justificar su política de conciliación de clases y ordenar la entrada del PCCh al gobierno del Kuomintang.

En junio de 1925, el gobierno impulsa el boicot comercial: “no compres inglés” contra el capital extranjero pero pronto se le irá de las manos, convirtiéndose en una huelga general de la clase obrera no sólo contra las compañías inglesas sino también contra la industria “nacional”, extendiendo la huelga a otras ciudades e inspirando a los campesinos a organizarse en los primeros sindicatos. Un año más tarde, Stalin nombra “presidente honorario” de la Internacional Comunista a Chiang Kai Chek (sucesor de Sun Yat-sen en el Kuomintang). Ese mismo año, Chiang decide realizar una expedición militar sobre la zona del norte de China (1926 – 1928) con el fin de unificar la nación, negociar con los terratenientes y fusilar a su paso a todo obrero y campesino en armas.

El PCCh en alianza con la burguesía quiere realizar una revolución “nacional” y “democrática” contra el imperialismo, dejando la revolución socialista para más adelante.vii Por el contrario, Pen Pi Lan y otrxs jóvenes del PCCh, como su compañero y miembro del Comité Central Peng Shu Tsé,entienden que las condiciones objetivas de China (las relaciones feudales del campo y la concentración en Shangai de grandes industrias con un proletariado joven) posibilitan a la clase obrera encabezar la resolución de las tareas nacionales sin necesidad de aliarse con la burguesía; por lo que la alianza del PCCh con la burguesía implicará su cambio de posición y la orientación hacia la derecha.viii

Movimiento obrero y Movimiento de Mujeres durante la guerra civil

Entrada la guerra civil (1927-1950), el PCCh se convierte en la dirección del movimiento de mujeres al igual que del resto de los movimientos que luchan contra el imperialismo y las tradiciones feudales. La oleada de lucha forzará al gobierno de Chiang Kai Shenk a otorgar a las mujeres el derecho de propiedad, el voto y la libertad para casarse y divorciarse. En el campo, el movimiento por la emancipación de las mujeres pronto enciende una llama muy poderosa. Muchas mujeres inician divorcios, algunas denuncian en las asociaciones campesinas la opresión recibida por sus esposos y/o sus suegras; y en algunas aldeas las asociaciones de mujeres son organizadas para ayudar a reajustar las relaciones familiares. Sin embargo, estas concesiones jurídicas lejos de ser resultado del “progresismo” de la burguesía china o su partido (anteriormente habían asesinado a los familiares de estas mujeres) respondieron al interés del Kuomintang por cerrar un frente de batalla. Y por supuesto, esta igualdad legal estará lejos de aplicarse, pues un cambio de estas características sólo puede efectivizarse mediante una lucha genuina contra unas tradiciones feudales garantes de los privilegios de los señores de la guerra aliados del Kuomintang.

Por otro lado, durante la guerra civil, por regla general la Secretaría de la Mujer del PCCh niega a las mujeres los puestos de vanguardia en los combates contra el Kuomintang y los señores de la guerra, restringiéndolas a cuidar a los niños, a atender a los heridos, a cocinar y a fregar en la retaguardia. Pero aún así existen algunas excepciones como las combatientes del Ejército Rojo Kang Ke-ching y Chang Kuo-Tao, o la unidad de cien mujeres jóvenes combatientes de Kiangsi y otra unidad en Szechuan. Sin embargo, la política oportunista del PCCh impuesta por Stalin contribuirá a aplastar el movimiento de mujeres que era parte del ascenso revolucionario del conjunto de sectores oprimidos y explotados. Sin hacer ningún balance serio del costo político de la subordinación al Kuomintang, el PCCh apuesta a que la heterogénea clase campesina luche por el poder político del Kuomintang (compuesto por una alianza de clases reaccionaria entre los terratenientes y la burguesía de las ciudades) adelantando de este modo la disolución de una estrategia obrera revolucionaria basada en la insurrección de soviets de obreros y campesinos.

Pen fue miembro del Comité Regional de Shangai del PCCh, estuvo a cargo de la Secretaría de la Mujer desde 1925 a 1927. Junto a sus compañeras, ella organiza la Federación de Mujeres de Shangai de la que participan estudiantes, profesoras, trabajadoras y profesionales; y es editora de una revista mensual llamada Mujeres Chinas que muestra la vinculación de la lucha por la emancipación de las mujeres con la liberación nacional y con el triunfo de la revolución socialista.ixPero el desarrollo más importante de Pen y sus camaradas es la creación de escuelas nocturnas para las trabajadoras de Shangai, donde también discuten problemas específicos de las obreras (como la licencia por maternidad una sola semana, sin goce de sueldo y la explotación que supone dar a luz en la misma fábrica), así como cuestiones concernientes al conjunto de la clase obrera y la revolución socialista (como la necesidad de organizar sindicatos y participar en actividades revolucionarias). Ayudan a las trabajadoras a organizar los sindicatos de las industrias del algodón, la seda y los cigarrillos. Y protagonizarán enfrentamientos contra la policía y el ejército en manifestaciones de miles de obreras bajo la bandera de la Federación de Mujeres de Shangaix; tal como sucedió el 19 de febrero de 1927, cuando toda Shangai va a la huelga general hasta que las tropas nacionales (enviadas por Chiang a petición de Moscú) le ponen fin el 12 de abril tras una brutal represión donde cinco mil personas -entre comunistas, obreros, obreras y feministas- son fusiladas y arrojadas a las calderas de las locomotoras.

El Kuomintang prohibió las huelgas y los sindicatos, transformando la “revolución nacional” en contrarrevolución burguesa y, sin embargo, la Internacional Comunista de Stalin ordena al PCCh continuar en el seno del Kuomintang (en alianza con su “ala izquierda” enfrentada con Chiang Kai Chek). Pero esta política conciliadora del PCCh con la reaccionaria burguesía en el Kuomintang sumado a su hostilidad contra el proletariado manifiesta en los ataques al movimiento huelguista provocará el rechazo de un joven sector del PCCh. Sin tener acceso a los escritos de Trotsky (que en el Vº Congreso de la Internacional Comunista diagnostica la necesaria separación del partido respecto al Kuomintang para que la clase obrera pueda desarrollar un programa independientexi)Peng Shu Tséxii, Chen Tu Hsiu y Pen Pi Lan proponen la ruptura con el Kuomintang; obteniendo como respuesta la expulsión de Peng Shu Tse del Comité Central del PCCh.

El surgimiento de la Oposición de Izquierda: El Partido Comunista Revolucionario Chino

En 1931 la invasión de Japón a Manchuria inicia un nuevo movimiento antiimperialista que encuentra como un pasivo aliado al Kuomintang. Entre 1930 y 1933, en lugar de combatir la invasión imperialista, Chiang Kai-shek en alianza con el Komintern mantiene el control sobre el PCCh favoreciendo la “gran purga anticomunista” (1927-1937) del “ala izquierda del Kuomintang”. Trata de destruir al PCCh y atacando a las bases del Ejército Rojo en las montañas afirmará: “Los japoneses son una enfermedad de la piel, los comunistas del corazón”. Su control desarma a la militancia del PCCh y los expone a la muerte: quien disiente de la línea oficial del Kuomintang es privado de recursos, tiene dificultades para encontrar trabajo y es mantenido por la dirección del PCCh en el aislamiento político, mientras los obreros y campesinos son asesinados. Pen Pi Lan, su compañero Peng Shu Tsé y su hija de seis meses vivirán muy duros momentos por defender sus convicciones. Afortunadamente, en 1929 un grupo de estudiantes llega de Moscú y tras explicar a Peng Shu Tse la lucha de la Oposición de Izquierda en la URSS y el análisis y las propuestas de Trotsky sobre la segunda Revolución China, decidirán reagruparse exigiendo al Comité Central la apertura de una discusión para hacer un balance de la derrota de la revolución y las tareas que tienen planteadas. En dos meses reunieron a cincuenta revolucionarios, publicaron la revista El proletariado y un libro con los principales textos de Trotsky. Al poco tiempo, uno a uno serán expulsados del partido por orden de la Internacional Comunista y se unirán a la Oposición de Izquierda. En mayo de 1931, PCCh incrementará su purga contra los militantes que disienten de las posturas de la oficialidad mediante arrestos y fusilamientos.

La purga stalinista provocará la apertura de cientos de militantes estudiantes y obreros (como los carteros, trabajadores de la central eléctrica y trabajadoras y trabajadores textiles) a las ideas del trotskismo y los empujarán a unirse a la Liga Comunista China (de la que Pen Pi Lan es una de sus fundadoras), y que en clandestinidad publica un semanario denominado La marea crecientellamando a la unificación de todas las fuerzas proletarias y al armamento de las masas contra el imperialismo. Con el propósito de reagrupar fuerzas, educar a la vanguardia en el marxismo revolucionario y sacar conclusiones de la derrota de la revolución china para que esa experiencia sirva a las nuevas generaciones en la lucha por el socialismo, editan una revista llamada La fuerza motriz y traducen numerosas obras de Marx y Lenin y algunos escritos de Trotsky al chino. Sin embargo, en 1932, la Liga comunista China sufrirá un nuevo embate de la contrarrevolución: diez dirigentes son arrestados (entre ellos Peng, Chen y los principales militantes que recientemente habían roto con el PCCh). En consecuencia, se destruyen la mayoría de los grupos obreros y los intelectuales que escapan al arresto se desmoralizarán y abandonarán la lucha revolucionaria.

Para entonces, el PCCh, que había agitado una política de alianza y unidad con la burguesía nacionalista proponiéndole la conformación de un Frente Único antijaponés, abandona la lucha por la reforma agraria (opuesta a los interés de la dirección del Kuomintang) y se adentrará en lo que se conoce como la Larga Marcha (1934-1935): la retirada del Ejército Rojo (formado por cien mil personas) de Kaingsi a otra base de operaciones en el noroeste y que encabezada por Mao Tse Tungxiii viaja durante un año diez mil kilómetros perdiendo a su paso un millón de personas.

Pen Pi Lan había rechazado la ayuda del stalinismo, que para ganar su apoyo hasta le había conseguido trabajo. Ella, su compañero y sus dos hijos apenas tenían para comer y casi nunca tenían dinero para pagar el tranvía, haciendo todos los viajes a pie. Bajo el terror blanco, los comunistas no podían actuar legalmente, pero Pen no quería dejar morir de hambre a sus hijos, ni renunciar a la militancia revolucionaria, así que decide abocarse al estudio serio y sistemático de la cuestión de la mujer. Durante la guerra sino-japonesa (1937-1945), bajo el seudónimo de Chen Pi-ung, Pen escribe artículos como “Una investigación histórica sobre el status de la mujer en la sociedad”, “El sistema familiar y la liberación de la mujer” y “Una crítica del sistema familiar” publicados en La Revista de Oriente. Pero tras la liberación de Peng y Chen el 13 de agosto de 1937, organizan inmediatamente una conferencia de todos los militantes que aún quedan, resolviendo apoyar la lucha armada del Kuomintang contra el imperialismo japonés, a la vez que realizar críticas públicas a su reaccionaria orientación desde el periódico clandestino La lucha.

La Liga se extenderá rápidamente a distintas ciudades provocando de nuevo la purga stalinista. El PCCh hace circular el rumor de que el imperialismo japonés financia a Chen y Peng para desprestigiar al gobierno del Kuomintang, a fin de que éste asesine a Peng o bien establecer el marco para hacerlo a ellos mismos. Pero lxs trotskistas irán retomando lentamente su influencia. Publicarán la revista Hacia delante donde critican la pasividad del Kuomintang y la firma de Stalin del pacto germano-soviético, y logran publicar algunos libros de Trotsky. Así mismo, durante la Guerra del Pacífico entre EE.UU. y Japón (1937-1945), bajo un seudónimo, Peng Shu Tse consigue un puesto de profesor en la universidad a través del cual él y Pen invitan a su casa a varios estudiantes de izquierda, incluso algunos influenciados por el stalinismo, pudiendo dialogar con quienes más tarde formarán el núcleo de militantes trotskistas que actúa durante la posguerra.

Cuando Japón se rinde ante los aliados, Mao domina grandes zonas del norte de China y el gobierno de Chiang Kai Shenk enfrentado la presión de las masas populares tendrá que dar algunas concesiones democráticas. Por ello, los trotskistas podrán volver a publicar sin censura. En 1946 editan dos revistas mensuales de difusión nacional: En la búsqueda de la verdad sobre teoría política (dirigida por Peng) y Juventud y mujeres destinada a las mujeres y a la juventud (dirigida por Pen Pi Lan) que con el tiempo se convertirá en el órgano oficial del movimiento trotskista. Avanzarán en la organización de trabajadoras, trabajadores y estudiantes en Shangai, Cantón y Hong Kong. Y en el IIIº Congreso Nacional de la Liga Comunista de China (1948) cambiarán su nombre a Partido Comunista Revolucionario Chino.

La Resistencia y La Lucha en el Exilio (Tercera Revolución China)

El PCCh había reconocido como legítimo el gobierno de Chian Kai Seck bajo auspicios del norteamericano Marshall y no apelaba a la reforma agraria en las zonas dominadas por Chiang, por lo que el Kuomintang se ve confiando a invadir las zonas dominadas por el PCCh. Para generar la resistencia a este ataque del gobierno, Mao se ve obligado a propagandizar la reforma agraria contra los terratenientes. Ya en el verano de 1946, decenas de millones de campesinos pobres y sin tierra empiezan a repartir la tierra y a quemar los libros de contabilidad de los usureros, antes de que los ejércitos de Mao lleguen a cada aldea. Esta oleada insurreccional sobrepasará incluso las expectativas de Maoxiv, pues los campesinos pobres no sólo atacan las propiedades de los grandes terratenientes sino que también reparten las de los campesinos ricos, tornando inevitable el avance del ejercito de Mao hacia las ciudades. El 1 de octubre del 1949 el Ejército Rojo entrará a Pekín. El nuevo gobierno legalizará la reforma agraria realizada por los campesinos pobres pero se niega a expropiar a la burguesía industrial, hasta que la intervención china en la nueva Guerra de Corea (1950-1953) para asegurar su autodefensa y al apoyo de la burguesía nacional china al imperialismo yanqui empujan a la dirección maoísta a expropiar lo que le falta.

Pero la popularidad del PCCh maoísta intensificará la persecución stalinista a los trotskistas. El recién nacido Partido Comunista Revolucionario Chino tendrá que realizar un congreso de emergencia donde deciden por un lado, que todos los militantes del partido y de la juventud tienen que intentar integrarse en el PCCh, la Liga de las juventudes Comunistas y las distintas organizaciones obreras y campesinas de masas para poder apoyar y desarrollar las medidas progresivas que adopte el PCCh; y por otro, huyendo del stalinismo, que el secretariado político debe transferirse a Hong Kong e instalar un comité provisorio en Shangai. En cuanto se trasladaron, Pen y Peng retoman la edición del periódico nacional y publican el libro “La tragedia de la revolución china” de Harold Isaacs. Sin embargo, bajo una insistente vigilancia de las autoridades británicas, numerosos militantes serán deportados y detenidos, y requisarán el domicilio de Pen Pi Lan y Peng Shu Tse (aunque ellos logran escapar).

Durante la década de los ’60, el incremento de las persecuciones, les obliga a trasladar el Secretariado político a Vietnam pero, a los pocos meses desaparecen dirigentes trotskistas vietnamitas y Pen Pi Lan y su familia optarán por el exilio a Francia, desde donde se volcarán en la construcción de la Cuarta Internacional, al tiempo que son los principales dirigentes en el exilio de la sección china. Y en 1975 se trasladan a Estados Unidos, donde continúan elaborando reflexiones políticas y teóricas sobre la situación mundial, China y las experiencias de los procesos revolucionarios que moldearon al marxismo. Tras toda una vida dedicada a la revolución socialista, en 1987 Pen Pi Lan fallecerá sin haber visto el triunfo de las ideas por las que luchó.

Lo que mantuvo en pie de lucha a Pen Pi Lan durante toda una vida de derrotas fue la profunda comprensión del potencial revolucionario de la clase obrera para terminar con el capitalismo, así como la necesidad de forjar una partido revolucionario internacional que encarne un programa político, síntesis de un siglo de lucha de clases, con hombres y mujeres dispuestos a todo para hacerlo realidad. Ahora, cuando a inicios del siglo XXI, China continúa disputada por los inversores internacionales, que tras la restauración capitalista, iniciada por la burocracia maoísta, ha convertido el país en una gran maquila femenina a escala mundial (con millares de jóvenes campesinas trabajando en condiciones de semiesclavitud en las industrias de las grandes ciudades, que producen para marcas internacionales como Nike, Adidas, Caterpillar, Timberland, Hush Puppy, Reebok y Puma, entre otras) la nueva resistencia encontrará en las huellas de Pen Pi Lan el camino hacia la liberación de Oriente y la unión con el proletariado internacional.

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iEste artículo utilizada la biografía de Pen Pi Lan realizada por Bárbara Funes en: D’ATRI, Andrea. (2006). «Luchadoras. Historia de mujeres que hicieron historia». Buenos Aires: Ediciones del I.P.S. Pp. 183-208.

iiHubo batallones especiales de mujeres durante la rebelión campesina de Taiping (1850- 1864) y la rebelión de los Boxers (1896- 1900). Y a su vez, las mujeres participaron del Movimiento Reformista de 1898 exigiendo el derecho a la educación y a dejar de vendarse los pies, donde destacaron mujeres como Chiu Jaen, fundadora del movimiento de mujeres Chino y decapitada por la dinastía Manchú en 1907 a los treinta y tres años.

iii(Ídem, 183)

ivLee Han-chien (uno de los fundadores del PCCh) habló sobre las diferentes posiciones de las mujeres en las distintas sociedades (el comunismo primitivo, el feudalismo, el capitalismo y la futura sociedad socialista); la necesidad de la independencia económica de la mujer para su igualdad con el hombre; y los límites materiales que impone el capitalismo para la liberación humana de todo tipo de opresión, así como el prerequisito indispensable de un cambio profundo en el sistema capitalista para conseguir la emancipación de la mujer.

vEl director “defendía el espíritu de las tradiciones feudales, censurando sus correspondencias a familiares y amigos y prohibiéndoles cortarse el cabello. Esta lucha duró cerca de un año y acabó con la victoria de las jóvenes estudiantes.” (Ídem, 189)

viConsigna además superada por el propio Lenin en las Tesis de Abril tras la Revolución Rusa en 1917.

viiLa estrategia etapista del Vº Congreso de la Internacional Comunista consistió en la defensa de una alizana del proletariado con el “ala revolucionaria” de la burguesía nacional agrupada en el Kuomintang, contra el imperialismo y los dictatoriales regímenes de los señores del norte. La burguesía nacional debía dirigir la consecución de las tareas nacionales como la unificación y la liberación nacional del imperialismo, la reforma agraria y los derechos democráticos básicos, para superar el gran atraso de China. Esta “revolución democrática” daría paso al desarrollo del capitalismo nacional y generaria una amplia clase obrera que en algún momento se plantearía realizar una “revolución socialista”.

viii«Mao Tsé Tung, por ejemplo, en un artículo titulado “El golpe de estado de Pekín y los mercados” empujaba a los mercados, es decir, a la burguesía a “sublevarse y colaborar con ellos en Shangai para hacer avanzar a la revolución. Cuanto más grande fuera la unidad de los mercados, más fuerte será su capacidad para dirigir a las masas en todo el país, y más corto será el tiempo necesario para el éxito de la revolución.”» (Ídem, 192)

ix«Pen Pi Lan escribió un artículo llamado “La Revolución de Octubre en Rusia y las mujeres chinas” publicado en la misma revista, donde explicaba que la revolución china tendría que seguir el camino tomado por la Revolución Rusa y solamente por esa vía socialista podrían las mujeres conquistar las condiciones materiales para su verdadera emancipación de la vieja sociedad.» (Íbidem)

x«A través de una entrevista publicada en New International, nos llega la voz de Pen Pi Lan: “Una vez parecía que los policías y los soldados iban a iniciar la represión armada en una manifestación y algunas de las intelectuales les dieron discursos, tratando de convencerlos de que no reprimieran. Otras veces hacíamos retroceder a los soldados y entonces las trabajadoras nos seguían para atacarlos. Durante la insurrección armada en Shangai las obreras fueron responsables del transporte de armas, rifles y mensajes secretos. En estas tareas muchas trabajadoras demostraron su valentía y su abnegación”» (Ídem, 193)

xi Esta fue la última intervención pública de Trotsky, pero Stalin y sus secuaces bloquearon sus propuestas y las ocultaron a los militantes del PCCh.

xiiPeng Shu Tse estudió minuciosamente las características de China desde la óptica del marxismo revolucionario concluyendo en un artículo titulado “¿Se aplica el leninismo a las especificidades nacionales de China?” que “la revolución china es actualmente una revolución nacional democrática, pero que esta revolución no se limita para nada a los ideales nacionales y democráticos: se transforma gradualmente en una revolución socialista.” (Ídem, 196)

xiiiEn enero de 1935 el PCCh eligió como secretario general a Mao Tse Tung, el cual opinaba que la «“contradicción principal” era el imperialismo japonés, mientras que la “contradicción” con la burguesía nacional e incluso con las antiguas clases feudales, eran secundarias.» (Ídem, 200)

xiv«En 1949 se extiende una revuelta generalizada de campesinos pobres o directamente sin tierra, bajo la dirección del PCCh organizado como ejército guerrillero. Su principal dirigente fue Mao Tse Tung quien postulaba que “Nosotros entendemos que la meta de esta revolución no es acabar con la burguesía en general, sino acabar con la opresión nacional y feudal; que las medidas tomadas en esta revolución no vienen a abolir, sino a proteger la propiedad privada, y que como resultado de esta revolución, la clase trabajadora podrá constituir la fuerza que conducirá a China al socialismo, mientras que el capitalismo pasa ahora a crecer durante un tiempo bastante largo. “Tierra para los pequeños propietarios” significa la transferencia de la tierra de las explotaciones feudales a los campesinos, transformando la propiedad privada de los señores feudales en propiedad privada de los campesinos, emancipados de las relaciones feudales agrarias, permitiendo así la transformación de un país agrícola en una industrial”.» (Ídem, 200)

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